TSJ renuncia a asumir poderes de la Asamblea Nacional

Picture of the Supreme Court building in Caracas taken on February 12, 2016. Venezuela's opposition Friday vowed speeded-up moves to oust President Nicolas Maduro after he defied lawmakers by decreeing a state of economic emergency through the crisis-hit country's high court. "In the next few days we will have to present a concrete proposal for the departure of that national disgrace that is the government," the opposition leader of congress Henry Ramos told a news conference. He criticized a ruling on Thursday by the Supreme Court which approved Maduro's request for special powers to tackle a deepening economic crisis -- his latest maneuver in a tense political standoff. AFP PHOTO / FEDERICO PARRA / AFP / FEDERICO PARRA

El máximo tribunal venezolano dio marcha atrás este sábado a adjudicarse las facultades del Parlamento dominado por la oposición, que aseguró que pese a ello el “golpe de Estado” en su contra continúa.

La decisión fue resultado de un acuerdo entre los representantes de los poderes públicos -excepto el Legislativo- convocados por Maduro tras el fuerte rechazo internacional que desataron dos fallos emitidos esta semana.

Acusado de servir al gobierno, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) “suprimió” partes de ambas sentencias, incluida una que confería amplios poderes al presidente Nicolás Maduro.

Pero el presidente del Legislativo, el opositor Julio Borges, dijo que pese a ello el “golpe de Estado” persiste.

“No ha habido cambio, el golpe de Estado continúa”, aseguró Borges a periodistas, al referirse a las aclaraciones del TSJ.

“La sentencia es la culminación de un golpe de Estado que no se corrige tachando un párrafo”, subrayó durante una concentración de opositores en Caracas, en la que llamó a iniciar un “movimiento de cambio”.

Por su parte, el diputado Stalin González, jefe de la bancada opositora, propuso durante la manifestación iniciar el próximo martes un proceso para destituir en la Asamblea a los magistrados del TSJ porque “cometieron delitos y tienen responsabilidad penal”.

La corte, por un lado, revirtió su decisión de asumir las funciones del Parlamento alegando que se encuentra en “desacato” a sus fallos, y del otro anuló los poderes que había otorgado a Maduro para revisar la legislación sobre delincuencia organizada y terrorismo.

El tribunal había justificado esos poderes en el estatus de desacato en que declaró al Parlamento hace más de un año, y ante la posibilidad de que en el país se estuvieran cometiendo “delitos militares”.

– “Nada contra estabilidad”

Las cabezas de los podres públicos -agrupados en el llamado Consejo de Defensa- acordaron en la madrugada “exhortar” al TSJ a “revisar” los fallos para “mantener la estabilidad institucional y el equilibrio de poderes”, según un comunicado.

Fueron convocados por Maduro para zanjar diferencias luego de que la fiscal general, Luisa Ortega, cercana al chavismo, denunciara el viernes que los fallos del TSJ suponían una “ruptura del orden constitucional”.

Borges se negó a asistir al Consejo. Tampoco acudió Ortega, pero según Maduro hubo “conversaciones” con ella durante la cita.

Las decisiones del TSJ generaron fuerte rechazo internacional, especialmente el que asumió las competencias de la cámara.

Este sábado el presidente del TSJ, Maikel Moreno, dijo en un acto ante representantes del cuerpo diplomático que pueden tener la “seguridad” de que ese organismo no hará “nunca nada que atente contra la estabilidad” del país petrolero.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, denunció un “autogolpe” a raíz de los fallos, ampliamente criticados por la comunidad internacional.

Pero el mandatario respondió el viernes que “en Venezuela hay plena vigencia de la Constitución, de los derechos civiles y políticos, de los derechos humanos”, y se dijo víctima de un “linchamiento diplomático”.

– Movilización bajo advertencia –

Fortalecida por la presión internacional sobre el gobierno, la oposición a Maduro se movilizaba este sábado bajo advertencias del presidente de que enfrentará cualquier “aventura golpista”.

Decenas de adversarios se concentraban en una plaza de Caracas, donde el bloque legislativo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) sesionaba y anunciaba nuevas protestas.

Tras un período de letargo en el que, según encuestas, perdió apoyo de sus seguidores al fracasar un diálogo con el gobierno, la oposición volvió a las calles para exigir respeto a la Asamblea y elecciones para superar la grave crisis política y económica.

El TSJ declaró en desacato al legislativo, anulando sus decisiones, por considerar que no desvinculó formalmente a tres asambleístas opositores acusados de fraude electoral.

Ante la andanada de críticas, Maduro lanzó el viernes una dura advertencia.

“Que nadie esté aprovechando esta circunstancia para aventuras, porque la voluntad para enfrentar aventuras golpistas es absoluta y yo llamaría al pueblo a la calle”, desafió el presidente, cuya figura rechazan siete de cada 10 venezolanos, según encuestas.

Maduro denuncia un plan liderado por Estados Unidos y gobiernos de derecha, a través de la OEA, para derrocarlo.

Pese a ello, reiteró que está dispuesto a reactivar el diálogo que la MUD congeló en diciembre pasado alegando el incumplimiento por parte del gobierno de acuerdos sobre un cronograma electoral y liberación de opositores presos.

Un grupo de 13 países presentó un proyecto de resolución para ser debatido el próximo lunes en el Consejo Permanente de la OEA, a fin de declarar que los fallos del TSJ constituyen “una violación del orden constitucional”.AFP